Hace menos de 24 horas saltó la noticia de que las copas y trofeos ganados por el legendario tenista alemán Boris Becker durante y después de su época de jugador se están subastando en realidad después de que fuera declarado en bancarrota por un tribunal de Londres en 2017.
El desmantelamiento de una leyenda del tenis
Eso no es posible. Deudas o no. Boris Becker no compró los trofeos en algún lugar con su dinero; los trofeos son los honores deportivos por sus destacados logros como atleta. A un deportista no se le puede quitar algo así, pues también se le puede arrancar la ropa. Esto es pura humillación pública y una demostración de poder por parte de los órganos del Estado. Boris Becker tenía razón al abogar por su dignidad. Pero este mundo está gobernado -y el juicio contra Boris Becker lo demuestra claramente- por demasiadas personas frías y maliciosas en la administración y la judicatura que no tienen corazón y ponen la causa y el dinero por encima de las personas. Esta es la locura vivida del presente.
Incluso la fecha parece elegida casi políticamente. El 11 de julio de 2019, la subasta tendrá lugar en Wyles Hardy & Co. en Hertfordshire, al norte de Londres, tres días antes de la final de Wimbledon. Es como si el torneo de tenis más importante del año intentara desmantelar y degradar al tres veces ganador de Wimbledon Boris Becker ante los ojos del público mundial, en la línea de "mira Boris, te estamos quitando todo lo que una vez ganaste". ¿Qué clase de criaturas son éstas y cómo crees que es el interior del mismísimo Boris Becker? Esto es desproporcionado. Desde el punto de vista del deportista, esto es ciertamente insoportable, irrazonable. Una vez más, él ganó los trofeos, no los compró. No se puede subastar todo lo que posee una persona, de lo contrario también se le podrían extirpar los órganos y subastarlos. No sé si sus abogados alegaron sus derechos humanos y acudieron al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero desde luego deberían haberlo hecho.
La subasta debería haber tenido lugar hace un año, pero fue detenida por una orden judicial después de que Becker demandara por la violación de su dignidad. También intentó obtener inmunidad legal, alegando que trabajaba para la República Centroafricana y que, por tanto, no podía ser procesado legalmente. En consecuencia, el tribunal prorrogó el estado de insolvencia por un período de tiempo indefinido, lo que anuló la inmunidad temporal.
Ahora, sólo los verdaderos amigos y aficionados pueden ayudar a Boris Becker a salvar su palmarés de la desaparición en manos desconocidas. También pueden participar en la subasta y comprarle sus objetos personales.
Foto: Los trofeos de Boris Becker se ponen a la venta
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