Un nuevo recorrido esperaba a los hombres en la salida y, tras la sesión de entrenamiento, había un claro favorito: Bode Miller, que distanció a la competencia por un segundo.
Hubo algunas sorpresas en la carrera. Un nuevo trazado de la pista, especialmente la antigua travesía del final ha sido eliminada, en su lugar una curva increíblemente fuerte de unos 120-140 grados esperaba a los pilotos. David Poisson comenzó la carrera y terminó en 2.05 min. Los austriacos luchaban por el liderato, ya que llevaban 8 años sin ganar, pero no lo conseguirían. Entonces llegó Bode Miller y esquió la sección superior del recorrido más rápido y se llevó el mejor tiempo al final. Sin embargo, Bode Miller no estaba satisfecho, al parecer se equivocó en la cima. Como explicó en una entrevista después de la carrera, no vio los baches debido a la escasa visibilidad -todo era gris- y cometió dos errores que no pudo subsanar, por lo que se sintió muy decepcionado consigo mismo en la pendiente de llegada, a pesar de ir en cabeza. Svindal estaba a 12 centésimas de segundo detrás de él. A continuación, el austriaco Hannes Reichelt comenzó la carrera con el dorsal 22 y se hizo con la victoria, para sorpresa de todos y deleite del público local.
Patrick Küng no pudo repetir su victoria en el Lauberhorn y cayó al 14º puesto, mientras que Didier Defago lo hizo bien y ascendió al 8º lugar. El hombre sorpresa fue Carlo Janka, que pasó de la 34ª posición de la parrilla a la 6ª, convirtiéndose en el mejor suizo de los 10 primeros. En definitiva, una gran carrera con un feliz ganador, que hizo muy felices a las celebridades austriacas que acudieron en masa. El Presidente Federal, el Canciller, Arnold Schwarzenegger, Eberharter, etc. vinieron a apoyar a sus chicos.
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