Incluso las peores historias de dopaje no han hecho nada para amortiguar la fascinación del Tour de Suiza. La gira nacional, que comenzará el 8 de junio en Quinto, en el Tesino, por 77ª vez, sigue teniendo un increíble atractivo.
de Mac Huber
Ya sea en un pueblo de montaña o en la gran ciudad, en la cima de un puerto o a lo largo de un lago, el Tour de Suiza sigue cautivando a las masas. Cientos de miles de espectadores seguirán la Vuelta a Suiza en la segunda semana de junio a lo largo del recorrido y convertirán la tradicional carrera por etapas en una fiesta popular. "El entusiasmo por el Tour de Suiza es inquebrantable", confirma el ex ciclista profesional Kurt Betschart, director técnico del organizador IMG. Y Armin Meier, otro ex ciclista profesional y director general de la agencia de marketing InfrontRingier, que organizará el Tour de Suiza a partir de 2015, ya está promoviendo su propia causa: "El Tour de Suiza ofrece a los patrocinadores y a los centros turísticos una plataforma publicitaria como ninguna otra en Suiza.
Contrarreloj de montaña como final
Que el programa de la carrera sea duro o más bien fácil, como en la edición de este año, en la que "sólo" hay que recorrer 1.318 kilómetros y 14.921 metros de altitud, no viene al caso. La gente no se pierde el espectáculo. Este año, el Tour de Suiza será aún más suizo. Por primera vez desde 2007, la carrera por etapas no hace un desvío al extranjero, sino que permanece exclusivamente en Suiza durante ocho días. La pequeña comunidad de Quinto, cerca de Ambri, en la Leventina, es el punto de partida. El recorrido finalizará con una contrarreloj de montaña desde Bad Ragaz hasta Flumserberg. Es muy posible que la decisión sólo se tome en este final, sobre todo porque sólo hay un final de montaña en el programa - en el segundo día....
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