Bode Miller queda fuera de los Campeonatos del Mundo de Esquí tras una espectacular caída

Fuente de la imagen: USSA/Cody Downard
 

Tras una larga ausencia del circo internacional del esquí, el caballo de batalla Bode Miller llegó ayer para brillar con un resultado de primera en los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino en casa. Como en sus mejores días, atacó, no se enteró de nada, se dirigió directamente a las puertas como ningún otro esquiador puede hacerlo, y siempre supo mantenerse en la pista. Como resultado, marcó un claro mejor tiempo en la segunda crono de dos ejes con la friolera de 0,56 segundos, lo que habría significado claramente el liderato en la meta, pero entonces su brazo izquierdo, desafortunadamente, se enganchó en la puerta, se atascó, su cuerpo se torció y se estrelló espectacularmente. Era como si hubiera conservado sus fuerzas durante toda la temporada -no había participado en ninguna carrera de la Copa del Mundo- para brillar en los Campeonatos del Mundo de Esquí en su país, tal vez con el motivo ulterior de coronar su brillante carrera con una medalla de oro en la Copa del Mundo y, tal vez, ponerle fin con ello, y luego esta devastadora caída, una tragedia para él y sus numerosos seguidores.

Su fabuloso coraje y atrevimiento no fueron recompensados en este día. No, al contrario, la caída supuso para él un abandono prematuro en los Campeonatos Mundiales de Esquí de Beavercreek/Vail, porque además de una herida abierta en la parte superior de la pantorrilla, que puede agradecer a los bordes afilados de los esquís, también se lesionó la rodilla, por lo que fue necesaria una operación nocturna. Una pena para un esquiador y deportista tan grande. No se lo merecía, pero tal vez el descanso en la Copa del Mundo de Esquí era la parte de rutina que le faltaba en ese momento. No lo sabemos. En este momento sólo podemos lamentar la pérdida de Bode Miller.