Fischer lanza en 2014 una nueva placa de competición llamada "Race Booster", que se utiliza en los modelos de eslalon gigante (par de esquís izquierdo) de la serie World Cup y en un modelo de la serie Race. Lo revolucionario de la historia es que la construcción en tres partes permitió lograr una desviación de los esquís sin precedentes. Esta concentración de potencia permite iniciar los giros con mayor rapidez.
Los modelos de eslalon, por su parte, vienen con una placa de competición de la Copa del Mundo y puntúan con la tecnología "Hole Tail". Esto se refiere a la muesca en el extremo del esquí, que garantiza un mejor comportamiento de oscilación gracias a una menor inercia en el extremo del esquí y un menor peso.