Federer mostró una cara muy fuerte en su partido contra el francés Gilles Simon. El suizo sacó recto como hacía mucho tiempo que no lo hacía y devolvió con fuerza, decisión y confianza el mismo modo. Simon no tuvo ninguna oportunidad contra el dominante Federer. Era evidente para todos que Federer sólo tenía una cosa en mente: Para llegar a la final. Nadie debe tratar de disuadirlo. Aunque Simon intentó rebelarse contra la superioridad de Federer en el segundo set, al final no tuvo ninguna oportunidad. En sólo 1 hora y 35 minutos, el hombre de Basilea derrotó al francés por 6:3, 7:5 y 6:2 para encontrarse con su rival más duro hasta ahora en la siguiente ronda, las semifinales: Andy Murray.
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