En la última carrera antes del parón veraniego, pareció durante mucho tiempo una victoria de principio a fin para el número 1 del equipo Red Bull tras una excelente salida de Max Verstappen. Sin embargo, debido a un fallo en la gestión de los neumáticos (estrategia a una parada), Lewis Hamilton pudo recuperar el terreno perdido en la segunda mitad de la carrera y ponerse en cabeza a falta de cuatro vueltas.
Max Verstappen ya no pudo defenderse del ataque del británico con sus neumáticos viejos. Sin embargo, como tenía casi un minuto de ventaja sobre Charles Leclerc, que estaba detrás de él, volvió a cambiar los neumáticos para al menos sumar un punto por la vuelta rápida.
Sebastian Vettel adelantó a su compañero de equipo Leclerc a tres vueltas del final y terminó la carrera en el podio.
Valtteri Bottas sufrió daños en su alerón delantero en un duelo con su compañero de equipo en los primeros compases de la carrera, por lo que no pudo aprovechar su buen segundo puesto en la parrilla, perdiendo muchas posiciones.
Como dijo Sebastian Vettel después de la carrera, había mucho trabajo por delante, abordando la falta de rendimiento de los Ferrari, que perdían casi un segundo por vuelta frente a los líderes.
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